miércoles, 15 de junio de 2011

La última exposición de clase...

Miércoles, 1 de junio de 2011


INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA CON PERSONAS VÍCTIMAS DE TRATA CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL.

Estamos ya a final de curso, el último empujón que se dice, y toca ir finalizando con el blog de la asignatura... hoy, terminaré las exposiciones grupales que hemos tenido durante todo este segundo cuatrimestre, hablando del tema de la trata; perdón si me repito en mis ideas, o suenan a “más de lo mismo”, pero incluso a mi me da la sensación de que ha llegado un punto en que las intervenciones que propongo, o las reflexiones que me salen son “más de lo mismo”, aunque a mi me salgan “nuevas” para cada colectivo.

Empecemos encuadrando al colectivo: ¿qué es la trata? Mi compañera Jill la definió siguiendo lo establecido en el Protocolo de Palermo y definiendo la trata como:

[...] “la captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esta explotación incluirá como mínimo, la explotación sexual, los trabajos o los servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre por deudas o la extracción de órganos”.

Protocolo de Palermo.

“Ahí es ná”; en apenas seis líneas se ha metido de todo, abusos, explotación sexual, extracción de órganos, servicios forzados, esclavitud, y como la propia definición dice, “como mínimo”, solo será eso.

El tema de la trata de personas me dio mucho “agobio” durante la exposición; no podía dejar de pensar en que mientras nosotros estábamos ahí sentados, alguien, en algún sitio, estaba siendo violada, sufriendo agresiones o abusos, a alguien quizás incluso le estuvieran dando muerte para sacarle los órganos... Pero lo peor, lo peor de todo sin duda alguna para mí, fue enterarme de que la trata era la tercera forma más utilizada y más lucrativa en el mundo entero... FLIPA.

¿Por qué no sabíamos eso ya? No hablo de la carrera, hablo de la vida, ¿por qué nadie nunca nos lo ha contado, al igual que por ejemplo sabemos que los niños en África se mueren de hambre? A mi, lo de los niños de África mi madre si que me lo contaba, ¿por qué esto no? Respuesta difícil y a la vez fácil de entender: muy poca gente lo sabe.

Los gobiernos, las mafias, la corrupción en general lo permite, ¿por qué? Porque es la tercera forma más lucrativa a nivel mundial, y no solo eso, sino que las personas de las que se aprovechan, son personas que ni siquiera saben donde están metidas; son los últimos de los últimos, personas que pierden su identidad y a las que nadie reclama, ni ellas mismas se reclaman a sí mismas siquiera... Una vez más en esta carrera y ante situaciones como estas, terminas perdiendo la esperanza en las personas (al menos el un determinado tipo), y terminas casi odiando a esta sociedad en exceso individualista que no se preocupa por nada ni por nadie.

La verdad es que después de todo lo que Jill nos contó, me gustaría trabajar en un futuro en este ámbito con el objetivo de sacar a las víctimas de su situación, claro está, pero también para “pillar” a las personas que les hacen esas atrocidades y sobre todo, contarle a la gente lo que está pasando, el problema que existe y al que nadie le echa cuenta, decirlo y decirlo bien alto, porque no es justo, ¡para nadie!, tener que vivir así...

En fin, no quiero extenderme mucho ni acabar diciendo lo mismo de siempre, solo una última cosa, sé que una de las líneas del blog es proponer una intervención con el colectivo, pero en este tema me parece en exceso complicado; yo siempre he propuesto intervenciones a nivel individual y/o grupal, como mucho con el contexto próximo al individuo, pero en este tema creo que lo primordial es la intervención comunitaria.

La situación en la que las víctimas se encuentran además de desconocida es atroz, y a nadie parece importarle, y así no tiene sentido que se propongan actuaciones individuales, porque sin apoyo, sin redes, no somos nadie.

Para empezar, creo que el principal error que se ha cometido ha sido el de meter en un mismo saco a personas que sufren abusos sexuales, maltrato, muerte por extracción de órganos, esclavitud, etc., bajo el nombre de “víctimas de trata” solo por el hecho de que son raptadas y trasladadas a la fuerza; que si, que me parece estupendo que se le llame a eso “la trata”, pero la trata ¿de que? Lo primero de lo que yo me encargaría como ya he dicho es de dar a conocer el fenómeno; cuando la gente responda a ello, seguiría por diferenciar, y separar según el destino que le espere a la víctima el tipo de trata de la que estamos hablando y una vez en ese punto, me pondría a trabajar.

Formaría equipos de trabajo para cada subgrupo de los anteriormente especificados, cada uno especializado de un “tipo de trata” diferente, pero al fin y al cabo trata, y con cada grupo trabajaría desde unas pautas diferentes, según el perfil de las víctimas y demás; por otro lado, cada cierto tiempo convocaría reuniones entre los equipos pues como ya he dicho también miles de veces, uno de los problemas que tenemos es que no nos coordinamos entre nosotros, y en este tema al menos, lo veo muy importante, pues los traficantes de personas, no hacen esa distinción operativa que yo he hecho “según tipos de trata” sino que para ellos va todo al mismo saco, pues no les importa nada, absolutamente nada.

Creo que son necesarios muchos pasos previos en este tema, pues no está tan investigado, definido, ni conocido como con otros colectivos que ya hemos visto y donde las actuaciones podían estar más claras.

Una vez más, cierro mi exposición con la ya conocida frase: “de lo que no se habla, no existe”, pues es la base que me sirve a mí para comenzar todas mis reflexiones y propuestas, enraizada en la necesidad de hacer que todas las personas, “existan”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario